Saturday, November 15, 2014

Zombis y Zen. Presentación de I Love Zombies. el cómic de Cesar Oropeza y Marcelo Pont.

Zombis y Zen
Joaquín Ortega

Presentación de I Love Zombies de Cesar Oropeza y Marcelo Pont. Caracas, Venezuela. Trasnocho Cultural 14 de noviembre de 2014

Los miedos son el combustible de la creatividad…

El horror es el condimento que hace que la ciencia ande con cuidado, aunque su deseo febril, sea el de tocarse con el prodigio de los dioses…

Los zombis son nuestras pesadillas diurnas. Angustias de nosotros, allende las gripes tropicales…

Al margen de las enfermedades carnívoras descontroladas…de los virus arrullados en el frío displicente de una cápsula de Petri…

Los zombis son un segmento dinámico de la ficción contemporánea...

Son, a la vez, mecanismo de la narrativa visual y dramática.

Para pensar con imágenes hay que ser un relator del cuadro a cuadro. Hay que entrenarse como un informador de las miradas anchas, incompletas, de los desenfoques, de los travelling y de los contrapicados…

Cesar Oropeza se ha entrenado en la reunión entre los puntos de vista de la audiencia y de aquel viejo profesional que perifonea….

Cesar Oropeza conoce palenques y tiempos justos para que lo que se diga -y se pueda, en último lugar entender- permanezca y resuene con humor y con vivacidad…

Por eso es que sus zombis -figuras humanas atacadas, vaya usted a saber por cual afección- nos sugieren objetos vivos, que vienen directo a alimentarse desde la carroña, de seres humanos desvalidos, heridos o demasiado tontos…

Con este volumen, en sus manos, de I Love Zombies encontramos un plan urdido en la mente estratégica de unos creadores, que conocen el estado del arte actual…y los nodos… y las redes que deben tejerse para perpetuarse en las audiencias…

Por eso, Cesar Oropeza y Marcelo Pont nos abren el apetito con la versión cómic de I Love Zombies

Marcelo Pont, por cierto,  es un maestro del vistazo y el trazo…

Marcelo Pont es una extensión del pincel hecho pintura, y junto a Cesar Oropeza, abordan una comunicación creativa, que a ratos, parece convertirlos en un monstruo de doble testa…

Que hablan sin hablarse…

Y que cuentan historias a la visita en varios lenguajes a la vez…

En I Love Zombies vemos al antihéroe clave, desarrollando su propia puesta en escena…vemos a personajes menores que le dan la fuerza a la trama y a ese trampolín perverso que significa vivir en la muerte contra ella… y a favor de ella…

Caminemos con los ojos…

Por aquí un plano dúo, por allá unos planos subjetivos, más acá un plano sobre el hombro…y siempre contra la cámara abierta que es el mundo de los sueños.

Allí, el tiempo parece extenderse hasta el infinito en un fotograma congelado, que nos recuerda que nunca podremos ser libres, mientras la imaginación tenga la capacidad de detener el tiempo según la voluntad de la mente del artista…

Un artista es un tamborilero que compone a golpes de redoblante... de bombo y de campana las posibilidades de faena de unos protagonistas, cuyo valor reside en olvidar su pasado para resistir su amargo presente… 

Los multiversos, las multiplataformas narrativas están a la vuelta de la mano, debajo de ella y sobre cada uno de los paralelos construidos o posibles en el espacio, el tiempo, la materia y la energía…

Por eso, al decir de los físicos teóricos, este particular “universo de burbuja” que nace con I Love Zombies -la novela- se relaciona con el cómic, se vincula con el video juego, se supedita al largometraje y se abre en infinitas ramificaciones a la mente de los fans y de los lectores más versátiles, frente a la tesis de la acción zombi...

Y frente a la tesis de la acción zombi hagámonos algunas preguntas:

¿Quién los hizo?
¿Por qué?
¿Cómo?
¿Es una enfermedad?
¿Es una maldición?
¿Existe una cura para la enfermedad?
¿Existe un hechizo que revierta el embrujo?
¿Los humanos pasarán este trance enfilándose al fortalecimiento de un músculo individualista… o a una visión de colaboración “suma variable”, en donde –a la manera del equilibrio de Nash-  alguien se sacrifique con un mal menor, para que el grupo se “alimente” en su totalidad?

Los zombis siguen siendo una metáfora del tiempo histórico y de la matriz que el “observador-intérprete” sortee: zombis y racismo, zombis y economía, zombis y maltusianismo, zombis y conspiraciones, zombis y evoluciones paralelas, zombis y biología, zombis y el pecado de Hybris

Asimismo, hay que leer con cuidado la obra de Oropeza y Pont…

Hay que ver con aplicación y aguzar el oído…existen catáforas –anticipaciones de ideas, eventos, objetos y entidades – y más de un MacGuffin –elemento motivador del dromos o movimiento hacia adelante del personaje- en cada recuadro e incluso en cada transición…

La muerte en un mundo zombi, visto desde el afuera puede ser un asunto filosófico…

Pero tampoco es el fin de un ciclo de vida, es una posibilidad existencial de los que pueden moverse y pensarse como algo más que máquinas que buscan carne humana…

Desde adentro es un programa ético…

¿Serán los zombis el triunfo de una producción robotizada?
¿No serán origen sino efecto además de un desmán…serán humanos ideologizados desde el ADN para que respondan a un solo comando?
¿A dónde buscar caminos para orientarse y andar?

Recurramos al Zen…

Entre los 10 pasos sucesivos de un discípulo del Zen vamos a citar algunas posiblemente pertinentes:

El discípulo del Zen debe: ser capaz de ver la sustancia, cómo si contemplara algo vivo y claro en la palma de su propia mano… su paso debe ser siempre decidido y firme
Debe tener el ojo del Dharma
Debe caminar sobre el “sendero de los pájaros”, y sobre “la calle del mas allá” (o El “camino del milagro”)
Debe saber cumplir tanto un papel positivo como un papel negativo en el drama del Zen
Debe destruir todas las enseñanzas heréticas y engañosas y enseñar las justas
Debe adquirir gran fuerza y flexibilidad
Debe entrar en la acción y practicar diferentes modos de vida

Como ven el trabajo de Oropeza y Marcelo Pont en I Love Zombies corre en línea directa, si así queremos verlo, con las enseñanzas prescritas por Bodhidharma en China en 527 DC

Hace mucho rato que nos están preparando para algo, por alguna razón…

Amigos y amigas…
El camino es largo y el público –y algunos invitados no deseados- tiene hambre…
Buen apetito y muchas gracias.

Joaquín Ortega Caracas 14.11.2014




2 comments:

César Oropeza said...

Re brutal! Gracias mi brother querido!

Joaquín Ortega said...

Abrazo bro!!!
J